Contexto:
Una mañana, en una
sociedad totalitaria gobernada por mujeres y en la que los hombres no servían
para nada más que para servir a las mujeres y reproducirse, se emitió una
declaración. Este decreto establece que, a partir de ese día, los hombres,
debido a su estatus en la sociedad, ya no podrán trabajar en absoluto y sólo
podrán ocuparse de los niños y de las tareas domésticas.
Para los hombres, sumisos
y metidos en búnkeres a las afueras de la ciudad, esto era demasiado. Desde
hacía algún tiempo, en los búnkeres se habían formado cada vez más grupos de
protesta. Para uno de estos grupos de hombres rebeldes e inconformistas, los
MENSPOWERS, ser pacifista y hablar ya no es suficiente para hacerse oír y esta
declaración pudo ser el detonante de una lucha sin precedentes por la libertad
y la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Tras la declaración, los
líderes de Menspower llamaron a todos los partidarios de la causa para reunirse
en secreto esa noche y organizar un golpe de Estado previsto para el día
siguiente contra el gobierno de las mujeres.
Raúl Espio, uno de los
líderes de Menspower, se citó a primera hora de la noche con Claudia
Monterivero, miembro del gobierno con la que mantiene una relación en secreto.
Durante la citación le comunicó sus intenciones de protagonizar una violenta
reyerta para derrocar al gobierno. Temiendo que su amante sea encerrado o, peor
aún, asesinado, intentó disuadirlo, pero Raúl, decidido a derrocar al gobierno,
no cedió.
RAÚL:
"¿No crees que ya es
hora de que las mujeres permitan a los hombres ser iguales y que tengan los
mismos derechos que los hombres, como el derecho a vivir en la ciudad, a
trabajar, y no limitarse a servir solo como esclavo o como padre? Pedimos vida,
respeto, bondad humana, pedimos libertad. Estamos cansados de que las mujeres
nos traten como objetos, de que no nos quieran por lo que somos y de que nos
critiquen por lo que hacemos mal devaluándonos constantemente en lugar de ver
lo que podríamos aportar a la sociedad.
¡No queremos más sumisión! Queremos libertad e igualdad. ¿No crees,
Claudia, que los hombres son tan capaces como las mujeres de trabajar, de
ganarse la vida sin depender de nadie? Yo lo creo firmemente, por eso os
informo de nuestra decisión de emprender una lucha por la igualdad que solo se
detendrá cuando el gobierno nos escuche y derogue todas estas leyes que nos
dividen para gobernar mejor.
CLAUDIA:
Estoy escuchando todo lo
que dices pero, ¡es una tontería Raúl¡ Sabes que las leyes siempre han sido así
y que desde el principio de los tiempos al tú y tus hombres estar contra el
gobierno te arriesgas a una represalia muy sangrienta y sabes perfectamente que
las mujeres con muy ingeniosas y saben cómo reducir tu número de hombres sin
escrúpulos... Nunca tolerarán que faltes a tus deberes de hombre desviándote de
las leyes... y entonces, además de arriesgar tu vida, te arriesgas a perderme
para siempre. No dejaré que corráis ese riesgo, no por los hombres que
arriesgan su vida sabiendo que las mujeres somos más poderosas e ingeniosas que
vosotros, no por ustedes, no por nosotros. ¡Mañana al amanecer no inicies una
pelea violenta o morirás!
RAÚL:
Lo hemos intentado pero
no nos queda más remedio que utilizar la vía difícil, de lo contrario, para
nosotros los hombres será cada vez peor y no puedo dejar que eso ocurra.
Si tengo que morir y
perderte para que ellos puedan tener esa libertad, entonces moriré como un
mártir. Intenta pensar en el futuro si tú y yo fuéramos iguales... Debo dejar
que el deber me llame.
Los dos se marcharon,
prometiendo volver a encontrarse, sin importar sus diferencias... pero pensando
en ayudar a Raúl, Claudia informó a uno de sus compañeros del gobierno y sin
pensar en las consecuencias de sus actos, acabó de revelar los planes del
golpe... Cuando se dio cuenta de su error, ya era demasiado tarde para volver
atrás. La guerra estaba declarada entre las mujeres del gobierno y los hombres
del búnker...
Escrito por Lucía.C e Isabelle.L
Gracias por su atención